El exorcista (William Friedkin, 1973)

Ni vómitos verdes, ni cabezas giratorias, ni voces de ultratumba saliendo de la garganta de una dulce niña… Nunca nada me dio más mal rollo que el padre Karras y su chunguísima historia. ¡Qué personaje tan oscuro, gafe y depresivo!

La verdad es que cuando se encierran con la pobre Megan poseída un viejo que no se aguanta en pie (maravilloso Max Von Sydow) y el chungo del padre Karras, piensas: “¿Estos dos tienen que salvar a la niña? ¡ESTAMOS JODIDOS!”.

Que nadie se equivoque: son sutiles detalles dramáticos como ese los que hacen de esta peli una de las obras maestras del cine de terror y no la escatología y lo desagradable (que también hay a saco de eso).