Crónica de un asesino en serie (Bong Joon-Ho, 2003)

Desde principios del milenio, el cine oriental me va regalando un goteo constante de películas que me hacen volver a sentir lo mismo que cuando veía cine de niño: sorpresas constantes, un carrusel de emociones, la sensación de que no puedes adivinar ni en un millón de años qué diablos va a ocurrir a continuación…

El surcoreano Bong Joon-Ho reinventa aquí el cine negro, lo lleva al nuevo milenio, lo convierte en algo especial y sorprendente. En realidad, el truco consiste en volver a escarbar en sus raíces. Inspirado en el caso real de un psicópata de los años 80 que operaba en un pueblecito de Corea, Joon-Ho imparte aquí una lección magistral de uso de los géneros y, sobre todo, retrata una inolvidable galería de personajes que transmiten una profunda humanidad. Maravillosa.