Alien (Ridley Scott, 1979)

Un querido amigo me dijo una vez de Alien que es como si estás con tu familia cenando en la cocina y se cuela un ratón; cierras las puertas para que no escape y todos se vuelven locos huyendo o intentando cazar al ratón. Pero aquí la cocina es una nave espacial y el ratón es gigante, no tiene pelo y se papea a tu familia.

Me parece una descripción divertidísima pero exacta de esta oscura, terrorífica, opresiva y colosal obra maestra de este Ridley Scott que tanto me confunde, capaz de hacer películas que me revientan la cabeza (Blade Runner, Los duelistas) pero también, y bastante a menudo, películas que me revientan otras cosas…

En fin, centrándonos en esta maravilla, todo se podría resumir en el sensacional eslogan publicitario: “En el espacio nadie puede oír tus gritos”.