El protegido (M. Night Shyamalan, 2000)

Vale, lo reconozco, Shyamalan es un tipo un tanto repelente. Entiendo las fobias que genera su persona. Incluso, admito que su propuesta (coger los argumentos tópicos del cine de terror, fantasía o ciencia ficción y reinterpretarlos en claves narrativas radicales) está tan cerca de la genialidad como de la ridiculez. Por eso, películas como esta son amadas y odiadas con la misma pasión. Una obra maestra para algunos y una gilipollez para otros.

En fin, es obvio que yo pertenezco al primer grupo. Adoro estas propuestas descabelladas y admiro a los cineastas que, estando en la cima (veníamos de El Sexto Sentido, no perdamos eso de vista) deciden saltar al vacío.

Pero aparte de eso, tiene decenas de escenas que me ponen los vellos como escarpias (el nacimiento de Elijah; su primer cómic; el despertar de David Dunn en el hospital; la persecución de Elijah al macarra del estadio de fútbol -¡esas escaleras de metro!-; etc etc etc). Samuel L. Jackson y Bruce Willis están CO-LO-SA-LES. Estilísticamente, me parece una película abrumadora. Para mi, junto a Darkman de Sam Raimi, la mejor película de superhéroes no basada en un cómic.