Terminator 2 (James Cameron, 1991)

Aún no tengo muy claro por qué hablo de esta y no de la primera. Supongo que será porque es una de las películas de acción más redondas que he visto; por su planificación y montaje exactos, perfectos; por el virtuosismo técnico de sus maravillosos efectos especiales, siempre al servicio de la narración; quizá sea por el antológico T-1000 interpretado por Robert Patrick; o quizá por el “You Could be Mine” de los Guns N’Roses sonando a toda ostia en la radio de Edward Furlong.

James Cameron coge su primer Terminator y se hace un auto remake ampliándolo, actualizándolo (de verdad) y perfeccionándolo con todos los medios que no tuvo la primera vez. El espectáculo llega a límites nunca vistos hasta entonces. Y Cameron ingresa en las Grandes Ligas de los cineastas comerciales. Hasta la vista, baby.