El Padrino, parte II (Francis Ford Coppola, 1974)

Tras dar el bombazo en 1972 con una de las mejores películas de la historia del cine, El Padrino, Coppola y Puzo aceptan meterse en una aventura que, como mínimo, podemos calificar de audaz: escribir una continuación. Ya sabemos cómo funciona Hollywood: si algo funciona, hagamos más. Pero en este caso la cosa era complicada porque, como todos sabemos, además de un gran éxito habían logrado un film mítico, artísticamente inmejorable…

O eso se pensaba entonces. Cuando se sacaron de la manga esta segunda parte nadie podía creerse que lo hubiesen vuelto a lograr. Otra obra maestra incontestable, sublime, emocionante. Para muchísima gente, de hecho, este segundo round es aún mejor que el primero, a pesar de no contar con el gran Marlon Brando.

En su lugar, Coppola y Puzo desarrollan el reinado de Michael Corleone como Don (colosal Pacino) y, en paralelo, bucean en el nacimiento del clan y el imperio Corleone, con una historia en flashback que es, en si misma, otra pelíicula y otra obra maestra. Para interpretar al joven Vito, Coppola contó con otro actor mitológico: Robert de Niro, que ganó aquí su primer Óscar.

Y hablando de Óscars: El Padrino sigue siendo la única trilogía cuyas tres partes han estado nominadas a mejor película, y la única que lo ha logrado con las dos primeras. A la tercera se lo arrebató Bailando con Lobos, por cierto. Sacad vuestras propias conclusiones al respecto…