El gabinete del Doctor Caligari (Robert Wienne, 1920)

Para presentar este film, qué mejor que constatar lo distinta que habría sido la Historia del Cine sin él. El gabinete del Doctor Caligari es, simple y llanamente, la gran apología cinematográfica del Expresionismo Alemán y probablemente, junto a Metrópolis y Nosferatu, la película más famosa e influyente de este movimiento.

Nunca antes se habían llevado tan lejos la dirección de arte en el cine, o la luz artificial, e incluso la fusión de ambas. También el uso de los encuadres y la planificación. Parecía imposible dar un paso más allá de lo que estaba haciendo Griffith y, de pronto, ¡zas!, Wienne hace avanzar diez pasos más el cine y sus posibilidades.

Pero es que además consigue crear esa peculiar, extraña, deliciosa sensación que yo llamo “mal rollo acogedor”, que tan bien conseguían los expresionistas y otros gigantes del cine posteriores que, curiosamente, arrastraban importantes influencias de este movimiento (Orson Welles, Alfred Hitchcock o Tim Burton). En fin, que aquí tenemos una película que está apunto de cumplir un siglo y es más moderna que la mitad de las que se estrenan.